Capítulo I

Numancia entre el símbolo y la historia

Numancia es la ciudad celtibérica más citada en las Fuentes Clásicas, siendo glosada su resistencia y final heroico hasta la exaltación. Desde la perspectiva arqueológica, con el inicio de las nuevas excavaciones en Numancia y la identificación científica de su ubicación, se abría una nueva etapa para el conocimiento de los restos de la mítica ciudad. Pero los libros de texto, manejados en el siglo XIX y a lo largo del XX, no tendrán en cuenta la información aportada por la arqueología, utilizando imágenes idealizadas de Numancia. Desaparece el nombre de Numancia durante la invasión musulmana.

Carta Numancia
[Cicerón, Catilinarias, IV, 21]
[Frontino, Estratagemas, 3,17.11]
[Paulo Orosio, Historia contra los paganos]
[Horacio, Odas, II, 12]
[Horacio]
[Propercio, Elegías, IV,11, 30]
[Séneca, Opera Moralia, VI, 20]
[Valerio Máximo, VII,6 ext.2]
La ciudad fue arrasada; destruida de raíz.
(Cicerón, Catilinarias, IV, 21)
No quieras, Mecenas, que yo acomode a los muelles sonidos de mi lira las largas guerras de la feroz Numancia…,
(Horacio, Odas, II, 12)
Tomada la ciudad, Escipión la destruyó y triunfó de ella a los catorce años de la destrucción de Cartago. Desiste de hablar de las largas guerras de la intrépida Numancia
(Horacio)
Si alguien le sirvió de honor la fama alcanzada por los trofeos de sus abuelos, los reinos de África pregonan a mis antepasados, los renombrados numantinos…,
(Propercio, Elegías, IV,11, 30)
Destruyó por el fuego a aquella enérgica y animosa Numancia, y reducida a ruinas, la arrasó
(Valerio Máximo, VII,6 ext.2)
Grande fue Escipión, el que encerró y estrechó a Numancia, y obligó a aquellas manos invencibles a que volviesen contra su propia vida
(Séneca, Opera Moralia, VI, 20)
Los numantinos, antes que entregarse, prefirieron morir de hambre con las puertas de sus casas clavadas.
(Frontino, Estratagemas, 3,17.11)
Paulo Orosio incidió en todos aquellos males que los romanos infringieron a los Numantinos, quienes encarnarían una serie de virtudes identificables por contraposición al mundo pagano, con las cristianas.
(Paulo Orosio, Historia contra los paganos)
Vista aérea de Numancia
1 de 4

De tal manera se borró la memoria de esta ciudad en la Edad Media, que los reyes de León indican, en el siglo X, que sitúan Zamora sobre la antigua Numancia, buscando bases de identidad para su reino y su nueva capital en el pasado indígena. Se constata en varias historias y documentos de la corte de Ramiro III, de 973, en la redacción ovetense de la Crónica de Alfonso III, y en la Crónica General de España del Rey Sabio, del siglo XII. Esta falsa atribución se rectificó hacia 1409, llevándola a tierras de Soria. Después Antonio de Nebrija (a comienzos del s. XVI) la situó en su verdadero lugar, siendo reforzada esta ubicación en el cerro de La Muela de Garray, con poderosos argumentos históricos por Ambrosio de Morales en la segunda mitad del siglo XVI.

El sitio de Numancia, grabado de Lipsio (s .XVI)
Iustus Lipsius, De Militia Romana, libri quinque: comentarius ad Polybium. Lugdunum, 1603, t.II. fig 22

El reinado de Felipe II (1556-1589) fue uno de los momentos álgidos en el uso de Numancia, coincidiendo con el esplendor que estaba viviendo el Imperio Español. Fue entonces cuando Miguel de Cervantes escribió “La Destrucción de Numancia” (1582) , acentuando el contenido simbólico de la gesta numantina, utilizándose su representación cuando era necesario incentivar la resistencia heroica contra el enemigo o los ideales de libertad de un pueblo. A partir del siglo XVIII los diferentes historiadores como Florián de Ocampo, los Padres Flórez y Méndez , no dudaron ya de su atribución soriana y Juan Loperraez (1788:249-289) realizó investigaciones importantes sobre el terreno y facilitó el primer plano del cerro de La Muela y de sus ruinas visibles.

Plano de Numancia de Juan Loperraez (1788)
Plano de Numancia de Juan Loperraez (1788)

Se volvió a representar “La Numancia” de Cervantes en Los Sitios de Zaragoza (1808-1809), buscando la identificación con los numantinos en la heroica defensa de la patria, y se creó en Soria el Batallón de Voluntarios Numantinos, a los que se les consideraba hijos de los numantinos y herederos de la misma causa en su lucha por la libertad contra un poder extranjero. También fue utilizada Numancia  para desarrollar un sentimiento provincial soriano, que afianzara el nuevo diseño de la provincia de Soria, surgido de la reestructuración de Javier de Burgos, en 1833, lo que conllevó una “democratización” del vocablo Numancia, siendo empleado por todos los sorianos como un elemento histórico de identificación colectiva. Entonces Soria quiso llamarse Numancia.

En la difusión de Numancia hay que destacar la influencia que ejercieron los manuales de Historia de España, como el del Padre Mariana (reeditado en 1828), que sirvió de base para las representaciones históricas del siglo XIX. Ya en 1802 la Academia de San Fernando había escogido como ejercicio anual para los premios de pintura "La destrucción de Numancia". Más tarde, el Gobierno de Isabel II (1856) creó las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, que fomentaron la pintura histórica al servicio de la Monarquía. Como tema fijo de la Academia figuraba "El Último Día de Numancia". Con el inicio de las excavaciones (1861-1867) parecía que se abría una nueva etapa para el conocimiento de los restos de la mítica ciudad. Pero el descubrimiento de una arquitectura y casas bastante modestas, no encajaban bien con el esplendor y monumentalidad que acompañan al imaginario colectivo, lo heroico y grandioso.

El conocimiento proporcionado por las excavaciones sobre las características reales de la ciudad, quedó solamente en el ámbito de los intelectuales, pues a nivel general continuó manejándose una imagen idealizada. Así, Alejo Vera, aunque pintó su cuadro, “El último Día de Numancia”, catorce años después de las excavaciones de la Real Academia de la Historia, dotó a Numancia de una muralla de grandes sillares, siendo, incluso, criticado por su falta de verismo histórico. Pero fue este cuadro el que transmitió la imagen de Numancia, al servir como referencia para ilustrar la mayor parte de los libros de texto y de los manuales de Historia de España utilizados en las escuelas, a finales del siglo XIX y parte del XX.

El primer monumento a los héroes de Numancia se inicia impulsado por la Sociedad Económica Numantina en 1842, pero quedó sin concluir porque los fondos recaudados se destinaron a socorrer a las viudas de los oficiales sorianos caídos en la batalla de Bayón. A su lado se colocó un pequeño pedestal en 1886 por parte del 2º batallón del regimiento de San Marcial.

Finalmente, en 1905 se dedica un obelisco, a escasos metros de los dos anteriores, inaugurado por el rey Alfonso XIII.


'El último día de Numancia' de Alejo Vera (1881)
"El último día de Numancia" de Alejo Vera (1881). Ficha técnica de la obra en el Museo del Prado

Galería de imágenes de la sección

continuar por el capítulo II >>>Historia de la investigación


Referencias bibliográficas
  • Antonij de Guevara. Folget die Historia von der Statt Numantia. Centro de digitalización Göttingen (GDZ).  
  • Antonio de Guevara (1782). Obispo de Mondoñedo. Las Epistolas familiares, Tomo III. Madrid, pp. 27-39.  
  • Azcárate Luxán, Isabel, Victoria Durá, María Pilar Fernández, Elena Rivera y María Ángeles Sánchez de León (1994). Historia y alegoría: los concursos de pintura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1753-1808). Madrid, pp. 225-236. ISBN 13: 9788487181191.  
  • Capalvo Liesa, Álvaro (1996). Celtiberia: un estudio de fuentes literarias antiguas. Zaragoza. ISBN 84-7820-324-9.  
  • Cervantes Saavedra, Miguel de (1585). La Numancia. Edición de Florencio Sevilla Arroyo, 2001.  
  • Happel, Eberhard Werner (1683). Gröste Denkwürdigkeiten der Welt Oder so genannte Relationes Curiosae, Die Zerstörung von Numantia. Hamburgo.
  • Hosius, Joannes (1673). Oratio II. De Victa Carthagine et Numantia per Scipionem.
  • Hübner, Emil (1869). Corpus Inscriptionun Latinarum, Vol.II (Numantia), Berlín.  
  • Kromayer, Johannes y Georg Veith (1922). Schlachten-Atlas zur antiken Kriegsgeschichte: 120 Karten auf 34 Tafeln; mit begleitendem Text. Zweite Lieferung, Römische Abteilung 2. Von Cannae bis Numantia. Leipzig.  
  • Lipsius, Justus (1596). Iusti Lipsi De militia romana libri quinque: commentarius ad Polybium, Amberes.  
  • Loperráez Corvalán, Juan (1788). Descripción histórica del Obispado de Osma, con tres disertaciones sobre los sitios de Numancia, Uxama y Clunia, Madrid.  
  • Morales, Ambrosio de (1575). Las antigüedades de las ciudades de España que van nombradas en la Coronica, con la averiguación de sus sitios, y nombres antiguos. Alcalá de Henares.
  • Novoa, Manuel de. Historia de Numancia y fundación de Zamora [Manuscrito del siglo XVIII]. Biblioteca Nacional de España.  
  • Rojas Zorrilla, Francisco de (1977). Numancia cercada y Numancia destruida. Edición, prólogo y notas de Raymond R. MacCurdy. Madrid. ISBN: 978-8473170130.
  • Russell, Nicholas F.(2009) The Story of Numantia during Antiquity and the Middle Ages. Tufts University, ProQuest Dissertations Publishing. 1482852.